jueves, 24 de abril de 2014

La belleza como placebo

Empezamos con la definición que da la RAE de placebo: sustancia que, careciendo por sí misma de acción terapéutica, produce algún efecto curativo en el enfermo, si este la recibe convencido de que esa sustancia posee realmente tal acción.


Es sabido que las personas en la sociedad actual reciben mucha presión para estar guapos y en plena forma a todas horas, no solo de los medios de comunicación, sino también de nosotros mismos. En nuestra opinión, esta presión se ve acentuada cuando se trata del genero femenino.


Si se realizara un experimento en el que nos dijeran que nos iban a dar unos parches desarrollados para mejorar la percepción que las mujeres tienen de sí mismas al hacernos estar más guapas y sentirnos mejor con nosotras mismas ¿acaso no los cogeríamos? Pero... ¿y si resulta que esos parches son un placebo?


Esto es lo que sucedió con la marca Dove. Con ayuda de Ann Kearny-Cooke, investigadora y psicóloga de la universidad de Columbia, desarrollaron unos parches de belleza que invitaron a probar a unas mujeres 12 horas al día durante dos semanas diciéndoles que contenía unas sustancias que las haría sentir más guapas y ellas deberían llevar un diario en forma de vídeo en el que anotarían sus experiencias, los cambios que llevaban a cabo y si percibían algún cambio en su autoestima.

A pesar de que al principio dijeron que no notaban sus efectos, dos semanas después y una vez finalizado el experimento, todas admitieron que gracias a ese parche habían mejorado su autoestima, se sentían mejor consigo mismas, se veían más guapas, eran más sociables y algunas incluso habían cambiado su forma de vestir y de peinarse o se habían atrevido con prendas con las que antes de la utilización del parche no lo habrían hecho. A su vez, todas coincidieron en que recomendarían la utilización del parche y ellas mismas serían consumidoras del producto si salía a la venta ya que había sido un producto que les había cambiado la vida.

A la hora de averiguar lo que contenía el producto cuando dieron la vuelta al parche y vieron que no tenía nada, sino que habían sido víctimas del efecto placebo, se dieron cuenta de que lo que realmente cuenta son las impresiones que cada uno se forma de sí mismos y que en todos los casos deberían ser favorables.