jueves, 27 de marzo de 2014

El priming y sus demostraciones

El efecto de priming supone que mediante estímulos subliminales se pueden activar conceptos en tu mente de los que tú no eres consciente. Este efecto junto con el condicionamiento son los efectos que se pueden conseguir mediante estímulos subliminales pero también mediante estímulos supraliminales.

Debido a que nos nos quedaba muy claro este concepto y como se podía llevar a cabo su aplicación, hemos decidido buscar experimentos en los que se haya recurrido al priming.  Y estos han sido los que hemos encontrado:

¿Supone alguna diferencia sujetar una taza de café, fría o caliente a alguien?

La respuesta es sin duda que sí, ya que una taza de café dependiendo de la temperatura a la que esté hace que cambie nuestra percepción de la persona. 

En la Universidad de Yale se ha realizado un estudio donde se relacionó la percepción de los extraños y una taza de café. A los voluntarios en el experimento simplemente los introdujeron en una habitación donde estaba una persona totalmente desconocida que sostenía en ambas manos un libro, un periódico y una taza de café frío o caliente. El asistente del experimento pidió a los voluntarios que le sostuvieran la taza de café.

Posteriormente los voluntarios leyeron el perfil de una persona y debían valorar sus características. Asombrosamente, aunque el perfil era idéntico para todos los voluntarios, aquellos que sostuvieron la taza de café caliente afirmaban que la persona era más cálida y abierta mientras que los que sostuvieron la taza de café frío afirmaban que la persona del perfil era más gélida, egoísta y competitiva.

¿Y el olor a limpieza influye a la hora de ingerir alimentos?

En la Universidad de Utrecht, Alemania, se le pidió a un grupo de cincuenta voluntarios que se acomodasen en una habitación para llenar un cuestionario. Oculto a sus miradas se encontraba un cubo de agua con algunas gotas de detergente que emanaban un aroma perceptible, pero muy sutil.

Una vez que las personas terminaron su tarea, se les ofreció comida. Curiosamente aquellos que habían estado inmersos en la habitación perfumada con olor a detergente tardaban tres veces más en ingerir la comida, que los que habían realizado el cuestionario en una estancia sin ningún olor. Así, la activación inconsciente del concepto de limpieza nos haría más reacios a comer, sobre todo aquellos alimentos que no son altamente saludables para el organismo.

¿Y tiene algo que ver la luz con el racismo?

En la British Columbia University el experimento se llevó a cabo a partir de la manipulación de las luces. Los voluntarios eran personas de color de piel blanca tolerantes, sin el "aparente" menor asomo de racismo. Las personas debían permanecer cierto tiempo en una habitación, algunas sumidas en la oscuridad, otras con la luz encendida. 

Posteriormente les mostraron fotos de personas de piel negra. Aquellos que habían estado en la habitación a oscuras consideraron que los rostros que veían eran más peligrosos y manifestaron ciertas tendencias racistas en comparación con las personas que se mantuvieron en la habitación con la luz encendida. Así, el simple hecho de variar la luz, activó sus estereotipos más ocultos.


Todo esto deja ver la relación que existe entre lo consciente y lo subconsciente y como mediante ciertos estímulos podemos alterar nuestra percepción.

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